Vuelta al campo en un futbolista con re lesión y re intervención quirúrgica del LCA

Abstract

La lesión del ligamento cruzado anterior (LCA) es una de las más frecuentes en el ámbito del deporte en general y en el fútbol en particular. La misma suele tener una gran implicancia, afectando negativamente a la vida deportiva de los futbolistas. Como consecuencia de una ruptura del LCA, la rodilla verá afectada su estabilidad y por lo tanto su funcionalidad, requiriendo de su reparación quirúrgica. OBJETIVO GENERAL: Analizar la influencia de un programa de readaptación deportiva sobre la movilidad, fuerza y función, en un futbolista con re­ruptura y re­intervención quirúrgica del LCA, al momento del retorno al deporte (RTS). MATERIALES Y MÉTODOS: Se llevó a cabo el seguimiento de un futbolista con RLCA durante 2 meses. El jugador realizó un programa de readaptación deportiva, el cual fue desarrollado en función de una serie de evaluaciones funcionales, las cuales se utilizaron a los 8 y 10 meses desde la cirugía. La movilidad se midió con las pruebas de flexión pasiva y activa de rodilla, el test de déficit extensión de rodilla en decúbito prono, ankle lunge test, test de Thomas modificado, test de extensión activa de rodilla (AKE). La fuerza muscular analítica de los cuádriceps, isquiotibiales y aductores se valoraron mediante dinamometría; mientras que los músculos tríceps sural y glúteos, se valoraron mediante test específicos. El salto contra movimiento (CMJ) y el test de tirón de medio muslo (IMTP), mediante plataforma de fuerza. La funcionalidad se evaluó con el test de sentadilla monopodal, drop jump test, los tests de salto simple, triple y 6 metros por tiempo y la batería de test funcionales “Functional Movement Screen” (FMS). Para la función auto­percibida se utilizaron los cuestionarios International Knee Documentation Committee (IKDC) y anterior cruciate ligament­return to sport after injury (ACL RSI). RESULTADOS: La movilidad articular se restableció completamente, con leves asimetrías entre miembros. La fuerza muscular en el cuádriceps, isquiotibiales y aductores aumentó en la pierna no operada. En la pierna operada, los isquiotibiales y aductores también mostraron incrementos, mientras que en el cuádriceps disminuyó. El índice de simetría (LSI) para el cuádriceps, isquiotibiales y aductores fue de 92.6%, 98.75% y 114.27% respectivamente en el octavo mes, y de 76.8%, 92.4% y 108.7% en el décimo mes. En el test de elevación de talón unipodal, el número de repeticiones disminuyó en 2 para la pierna no operada y en 3 para la operada. El test de puente glúteo unipodal mostró reducciones de 8 y 6 repeticiones para la pierna no operada y la operada, respectivamente. La eficiencia del salto en el CMJ mejoró de 0.74 a 0.91. La fuerza propulsiva y de frenado mostró variaciones, con aumentos en la fuerza propulsiva izquierda y las fuerzas de frenado. La asimetría propulsiva y de frenado pasó de ­ 2.99% y ­9.39% a +4% y +7.2% respectivamente. En el IMTP, la fuerza máxima pico aumentó en 305N, con una reducción de la asimetría de +8.5% a ­4.69%. Los saltos simple y triple mejoraron en distancia y en su LSI de 92.31% y 94.34% a 93.29% y 95.90%. El tiempo en el test de salto de 6m por tiempo fue levemente más lento para la pierna no operada, sin cambios en la pierna operada. En el FMS, el puntaje aumentó de 15 a 18 puntos. El drop jump test no mostró alteraciones biomecánicas, mientras que la sentadilla monopodal reveló deficiencias en tobillo, pelvis y cadera. El cuestionario IKDC mantuvo un puntaje de 100 puntos en ambas evaluaciones, y el ACL­RSI aumentó de 96 a 98 puntos. CONCLUSIÓN: El programa de readaptación deportiva basado en función de los resultados obtenidos a través de pruebas funcionales, permitió mejoras en la fuerza muscular (a excepción del cuádriceps de la pierna operada) y en sus respectivos índices de simetría entre miembros, como así también en la funcionalidad y en los cuestionarios de auto­percepción.